Y después de soltaros el rollo vuelvo a la carga con la
esperanza de intentar retomar esto, quizá no de forma tan asidua como me
gustaría pero al menos sin desaparecer por completo ya que en el fondo me gusta
compartir por aquí también un poquito más de mí y no solo a través de
fotografía, que según se mire a veces se me quedan cosas que contar en el
tintero.
Anyway, en septiembre cuando aún o trabajaba salieron unos
talleres en el centro joven de mi ciudad de diferente temática y uno de ellos
era de chino, así que ni corta ni perezosa me lancé de cabeza y me apunté. Es
un idioma muy interesante pero a la vez muy complicado que requiere mucha
constancia y de las primeras cosas que hice fue ir a comprar un cuaderno para
tunearlo. Lo quería sencillo y resistente así que compré uno con una cubierta
de polipropileno, lo desmonté y forré con un papel de la colección de Botanical
Tea, que es suuuperbonita. Le hice un adorno en forma de corazón con un trocito
de cartón forrado del mismo papel, lo barnicé con gloosy accents y lo até a la
espiral con un poco de hilo de punto de cruz y voilà. ¡Aquí lo tenéis!
Es bastante sencillo pero como es algo a lo que le voy a dar uso no quería ponerle mucho más. ¡Hasta pronto!
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